Es difícil encontrar una mujer que sacuda nuestras estructuras y agite nuestro corazón, y cuando finalmente la encontramos, puede que no sea de la manera que esperábamos y ni siquiera tan sencilla. ¿Sabes de qué estamos hablando? Mujeres comprometidas, divorciadas, solteras, maduras gratis.
No hay nada más complicado que enamorarse de una mujer casada. Por lo general, no están dispuestas a abandonar un matrimonio de años o su familia para estar con otro hombre y tampoco traicionan por miedo a poner en riesgo su matrimonio.
Por lo tanto, el reto de conquistarlas es mucho mayor, y tal vez eso sea lo divertido de la seducción. Sin embargo, ten en cuenta que entrometerse en un matrimonio puede ser un callejón sin salida y puede perjudicar a muchas personas en el camino, además de meterte en problemas.
Sé consciente de lo que quieres y de si tu pasión es realmente verdadera o sólo es fuego de paja pasajero para no arruinar toda una vida a dos por una sola noche de placer. Consulta los siguientes consejos y aprende a seducir a una mujer casada.
Debes actuar con todo el cuidado del mundo. Cuando conozcas su rutina y sus horarios, no elijas lugares obvios para encontrarte con mucha gente conocida y tampoco lugares desiertos para no asustarla. Ve a lugares como el gimnasio al que va, un club o incluso una lavandería.
Crea situaciones para que puedas hablar con ella. No seas invasivo al principio, pero tampoco seas demasiado sutil. No le propongas nada de inmediato, pero hazle saber que estás interesado.
Si empiezas a quedar a menudo, muestra interés por escucharla y sé considerado. A las mujeres les encanta esto y es muy probable que con el matrimonio, esto se haya quedado en el camino con el desgaste y la rutina. Es una posibilidad remota, pero seguro que se sentirá feliz de poder hablar y de saber que alguien, además de su marido, la encuentra interesante. Haz cumplidos y sé amable siempre que sea posible, de forma natural.
Si puedes, averigua los defectos de su marido, pero no a través de ella. No le preguntes sobre ello y ni siquiera menciones su existencia cuando estéis juntos, al menos al principio, esto sólo la alejará definitivamente y la hará sospechar. Averígualo por tu cuenta y hazlo todo al revés. Todo lo que haga mal, hazlo bien, además de seguir siendo amable y considerado.
Cuando empiecen a involucrarse, demuestre que le tiene ganas y que lo que siente por ella se refleja en un fuerte deseo sexual. Las mujeres casadas pueden estar fácilmente insatisfechas con su vida sexual, así que dale un sexo diferente y placentero al que está acostumbrada. No tengas miedo de proponer cosas diferentes. Les gusta sentirse atractivos, deseados y vivos, y nada como el buen sexo para reavivar esa llama.
Sin embargo, si su objetivo es algo más que el puro sexo, tenga cuidado de no dejar que se convierta en un mero pasatiempo y en un escape del mundo real. Algunas mujeres casadas pueden utilizarte como válvula de escape. Es esencial que le dejes claras tus intenciones desde el principio. Si realmente quieres una relación seria fuera del matrimonio, díselo. En caso de que ella no quiera lo mismo que tú, es mejor que te alejes, porque serás tú quien salga perjudicado en este conflicto.