Ya sea por la experiencia o ese toque especial que tiene su físico, lo cierto es que follar maduras es una fantasía relativamente común en la mayoría de los hombres.
Tanto si tu propósito es descubrir cómo conquistar a una mujer madura, como si simplemente deseas saber qué pensamientos se esconden detrás de las maduras folladoras o de las aparentemente más “tranquilas”, en este artículo podrás aprender lo necesario para que ese selecto grupo de mujeres empiece a entrar en tu liga.
Tipos de maduras folladoras
Una vez que tengas seleccionado a tu objetivo, debes identificar el tipo de madura. Sólo así podrás tener en claro la estrategia necesaria para seducirla. Dependiendo de su personalidad, las maduras pueden agruparse de la siguiente forma:
La madura juvenil
Este no es precisamente el tipo de madura más común que te puedes encontrar, pero sin duda es una de las mejores compañías con que puedes toparte.
Este tipo de mujer mayor se caracteriza por ser la más relajada en todo sentido. Vive bajo el precepto de “no te tomes la vida demasiado en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella”. Puede ser la compañera ideal tanto para ver la Champions League con una cerveza en la mano como la WWE según sean tus gustos.
En la parte sexual suelen ser tan abiertas como un hombre. Aman follar y no tienen miedo en admitirlo si les das la confianza suficiente, por lo que puedes estar seguro de que te darán total libertad en la cama. Es el complemento ideal si te excita aplicar un rol de dominación.
Con las maduras juveniles es necesario mantener un enfoque directo desde el principio. No quieren sentirse viejas, de manera que la diferencia de edad actúa completamente a tu favor. Más que estabilidad emocional, romance, o un gran físico, lo que este tipo de mujeres quieren es diversión y emociones fuera de las comunes. Si les das a conocer tu lado más divertido, aventurero y, claro está, sazonado con el morbo ideal, caerán rendidas a tus pies.
La madura común
Se trata del tipo de madura más común. No es difícil de identificar, ya que a diferencia de los otros tipos, se declara por mantener un equilibrio absoluto en todas las facetas de su vida.
Aunque puede parecer un como intimidante, lo cierto es que, como toda mujer, en el fondo se muere por encontrar un príncipe azul que la arrebate de su soledad y le haga sentir orgasmos hasta el infinito y más allá.
Si quieres follarte a una madura común, debes mostrarle un alto grado de madurez, a la vez que la haces sentir agraciada pese a sus años. En caso de que sólo quieras un polvo sin compromisos, debes hacerle sentir que las cosas fueron sumamente espontáneas y que pasaron con cierta “magia”, de otra forma podría sentirse utilizada.
La madura folladora
Este es quizá el más codiciado de todos los tipos mencionados en el artículo. Se trata de una madura cargada de curvas voluptuosas y una serie de gestos destinados a ponerte la polla como una piedra.
A este tipo de madura, la autoestima no se le baja con los años. Están buenas y lo saben y por ello no les tiembla el pulso a la hora de aprovecharse de ese poder. Están acostumbradas a tener a cientos de hombres detrás de ellas, por lo que son muy selectivas, pero a su vez son el tipo de maduras folladoras más experimentadas.
Si quieres conquistar a una madura folladora, debes evitar en todo momento ponerla en un pedestal. Esto le haría pensar que eres otro hombre más del montón. De igual manera, es poco probable que el dinero las impresione. Si quieres humedecerles las bragas debes ofrecerles emociones fuertes, demostrarles que sabes a lo que vas y no te intimidan ni un poco.
La clave está en abordarlas desde un marco de pensamiento en que eres el premio que ellas se van a ganar. Esto no implica que pretendas que no vas a ligar con ellas, por el contrario, debes mostrar un genuino interés en sus atributos (tanto físicos como mentales) e ir demostrándole que gracias a ellos te está ganando. Diferenciarte de los cientos de hombres que les besan los pies te hará increíblemente atractivo ante sus ojos.
La madura divorciada
Este tipo vendría a ser el término medio entre la folladora y la común. Agarra a partes iguales lo mejor y lo peor de ambos tipos.
Follarse a una madura divorciada no es tan difícil como podría parecer, de hecho, por sus características suelen amar el sexo sin compromiso. Tras tantos años de vida matrimonial, sólo quieren volver a sentir la libertad sexual de la juventud.
El truco con ellas es mantener un equilibrio entre ser el macho alfa dominante que las volvía locas en su época de adolescentes, pero demostrando a la vez ser el hombre maduro con sus metas claras y no el niño que no sabe qué hacer con su vida.
La madura casada
Si la madura divorciada era una mezcla entre la madura folladora y la común, ésta vendría a ser una mezcla entre la común y la juvenil.
Lejos de lo que cabría pensar, no es tan difícil ligar con una mujer casada, incluso cuando se trata de una mayor. La monotonía de muchos años de matrimonio puede jugar a tu favor, ya que éstas mujeres no quieren sentir cómo los años se les van pasando, por lo que querrán un hombre que les haga volver a sentirse jóvenes.
A la hora de abordarlas debes evitar ser demasiado directo al principio, pero paulatinamente ir insinuando tus verdaderas intenciones a medida que la vas conociendo. Si has logrado provocarles el interés suficiente, no serán capaces de resistir la tentación de una infidelidad.
Debido a que su pareja es la encargada de aportarles estabilidad, tu misión es enfocarte exclusivamente en aportarles emociones nuevas y, por supuesto, una gran satisfacción sexual. Pueden ser especialmente demandantes en este aspecto, por lo que tendrás que poner cierto “esfuerzo” de tu parte.
La buena noticia es que, a la hora de follar, las casadas se desinhiben completamente y dan rienda suelta a su experiencia. Por lo cual tener sexo con ellas puede llegar a ser una sensación incomparable.
Ahora puedes acceder al directorio de maduras donde encontrarás todos estos tipos de maduras en tu ciudad:
